lunes, 29 de octubre de 2012

Dolor lumbar agudo: como manejarlo

La zona lumbar es la localización más frecuente de los dolores de espalda, y uno de los problemas de salud más frecuentes en el mundo occidental.
Hay quien lo relaciona con el aumento de estatura humana a lo largo del siglo XX, además del aumento de peso.
Desde mi punto de vista, está relacionado más con como usamos el cuerpo que con como nuestro cuerpo está hecho: tener un cuerpo delgado y no demasiado alto no libra del poder experimentar dolor lumbar.
Un movimiento especialmente crítico es el de levantarse (con o sin un peso entre las manos) desde una posición de flexión de columna hacia adelante combinada con una torsión: el dolor agudo y la sensación de bloqueo físico que genera le han merecido en mi idioma el nombre de "il colpo della strega" (el golpe de la bruja).
Hasta en el caso de un dolor agudo tras un movimiento brusco, la causa no es única: la prisa, el cansancio, la ira pueden ser "ingredientes "de igual peso.
Tengo el vivo recuerdo de cuando, siendo yo niña, vi a mi padre quedarse inmóvil a medio camino del enderezarse tras bajar la persiana del garage: era un viernes por la noche y llegaba tarde y malhumorado del trabajo, tras una semana especialmente intensa.
Hay muchos otros posibles "ingredientes", que pueden contribuir a desencadenar un lumbago, como el sobrepeso, la rigidez, la falta de apoyo emocional, el conducir y el estar sentado durante períodos prolongados, una alimentación poco equilibrada.
Revisar y reconocer los posibles factores desencadenantes podrá ayudarnos a entender mejor que nos está pasando, y a evitar reproducir en el futuro las mismas circunstancias, pero si tienes dolor agudo es probable que necesites algo más del análisis de su origen. 
Hay algunas cosas sencillas que puedes hacer para ayudarte:
Descansa: permítete hacer lo que el cuerpo te está pidiendo; lo mejor es tumbarse en una superficie firme. Es más beneficioso un futón o hasta un saco de dormir en el suelo, que un sofá o un colchón blando. Dormir, aunque sea solo una siesta,  ayuda a "descomprimir", tanto física- como mentalmente.
Camina: si el cuerpo te deja, un paseo largo sobre una superficie irregular (un sendero en el bosque o la playa) puede ser extremadamente beneficioso.
Lo que más hay que evitar, o minimizar todo lo posible, es estar sentado.
Hidrátate: beber mucha agua es (casi) siempre saludable, y más en caso de dolor agudo lumbar. Evita la cafeína, exceso de lácteos y azúcares simples. Come ligero pero bien, incluyendo proteínas animales, si tus preferencias dietéticas las aceptan.
Date tiempo: quizás sea lo más difícil, aunque probablemente sea lo más necesario. Intenta mediar entre tu voluntad, tu agenda y tus compromisos, y la necesidad de tu sistema de un tiempo para recuperarse. Es difícil que añadir, a la presión existente, la presión de quererte recuperar "ya" sea de algún beneficio.

domingo, 21 de octubre de 2012

Entender el dolor de espalda

Decíamos que el dolor es una señal con la cual el cuerpo nos avisa de que hemos perdido el equilibrio funcional.
El dolor es un síntoma, no es la causa del desequilibrio. Y la causa, en mi opinión, casi nunca es una sola.
Tampoco tiene que ser solamente física: la presión, la sobrecarga y la falta de apoyo emocional representan potenciales amenazas a nuestra estabilidad tanto como sus correspondientes "materiales".

He quedado dormida en mala postura sentada en un avión muchas veces, pero solo en una ocasión esto desencadenó un dolor importante: quizás porque también tuve frío durante el vuelo y no me abrigué, porque también venía de dos semanas de viaje y de muchos cambios, porque también dormí mucho menos de lo que necesitaba, porqué también la mañana después de volver ya estaba trabajando, y trabajo (también) con mi cuerpo. 
Muchas pequeñas demandas a mi sistema llegaron a agotar mis capacidades de respuesta, y  mi cuerpo me pidió que dejara de sobrevalorarme y que me cuidara: volver a mi ritmo de vida normal, descansar, hacer ejercicios adecuados, hidratarme mucho y alimentarme bien. Tres días fue lo que tardé en recuperarme por completo.
Probablemente, si hubiese pensado: "¡no me lo puedo permitir!" el dolor hubiera permanecido, o aumentado, obligándome a encontrar otras soluciones. 

Casi nunca hay una sola causa, y casi nunca hay una única solución.
En el caso de un dolor agudo, es mas fácil encontrar el factor desencadenante: también suele ser mas fácil encontrar una solución efectiva y razonablemente rápida.
En el caso de un dolor crónico, o recurrente, el cuerpo nos sigue diciendo que estamos haciendo algo de un forma que ya no nos conviene. Es una petición para que reconsideremos nuestros hábitos y patrones de postura y de movimiento, y nos planteemos un cambio.
Una frase, que se atribuye a Albert Einstein*, se adapta muy bien a esta situación: "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados".

* Although frequently attributed to Einstein, it should actually be attributed to Rita Mae Brown, first published in "Sudden Death", Bantam Books, New York, 1983, page 68.